martes, 13 de diciembre de 2011

Una vida

Qué es el tiempo
sino aquello que nos acerca a la muerte
En busca de una pintura de época
que nos alargue el tiempo
o que lo acorte pero así vuelva más urgentes las locuras
¿Cuáles?


En busca de los pinceles y los colores
que pinten el paisaje y sus coordenadas
Ellas son el pasado, el presente y el futuro
El aquí y el allá


Todo fue extraño y onírico
No se reconoció en la ciudad que habitaba
Esa ciudad que -pensó- mereció mito de fuego
De fuego o de volcán siempre latente, aunque sin tanto miedo
De llamas que todo lo envuelven: te quema o te abriga


En busca de los tonos que hagan juego con esa melancolía
Genera un sinsabor sospechar
que salpicar el presente de un celeste suave es lo más atrevido


Sabe que cerca se está jugando a vida o muerte
Y no es que haya que elegir
Algo heroico hay cuando lo que se ofrenda es la vida
Y también cuando se elige vivir lo más posible
Son dos caras de una moneda poco corriente


En algo se parecen el tiempo y la suerte
Aunque lo primero nos envuelve a todos
Y lo segundo está determinado por su singularidad
Hay un punto de encuentro: no podemos evitarlos
Con el tiempo, además, cada uno hace su experiencia
Lo singular es lo que cada persona elige segundo a segundo

No hay comentarios:

Publicar un comentario