lunes, 13 de mayo de 2013

El peso invisible de las voces


Así como se dijo
en un momento
que lo que estaba en juego
era la verdad,
hoy está en juego
el discernimiento,
la valoración
de los hechos.
Y detrás de cada pista
interpretada,
se encuentra la verdad
de cada quien.

Cada quien huele,
explora
según su olfato lo guíe,
interpreta,
discierne,
valora,
y postula la verdad.
La suya.

Así las cosas,
hay verdades
que dichas más fuerte,
podrán hacer temblar
a las otras,
hasta convertirlas
en mentiras,
en falsas verdades,
o, pero aún,
en errores.

La tierra tiembla
con cada verdad.

Con cara de verdad.


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