lunes, 9 de septiembre de 2013

Memorias nocturnas

La sangre nos queda en la memoria.

Charcos que alborotan y mezclan aguas y burbujas junto a nuestros pies en una noche.

Manchas de sangre opaca sobreviven escondidas en islas de la memoria.

Nos martillan las fibras justo cuando queremos ignorar al error.
Eludirlo siempre no es posible.

Las sombras como sangres se acercan,
y unidas, vuelan como una flecha
para cortarme el sueño en horas oscuras.
Con la cabeza transpirada, me muevo y no sé si avanzo
por los pasillos de mi casa, que parece un túnel (redondo).

En la mañana más temprana y urgente,
con la transpiración seca y congelada,
dudo de todo. No sé qué es verdad y qué mentira.
Pasado, presente y futuro son una gran incógnita difícil

de digerir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario