viernes, 21 de marzo de 2014

Entrevista a Juan Quintero

La siguiente entrevista al músico Juan Quintero fue publicada solo parcialmente en la revista Área Urbana. En este posteo, el diálogo completo.


Hay gente que le canta a su lugar desde un lado muy genuino”

Se formó académicamente y es Profesor de Audioperceptiva y Solfeo y Profesor Superior de Dirección Coral, egresado de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, aunque dice que su primera escuela fue el entorno familiar y de amigos en el que se cantaba y guitarreaba hasta tarde, en su San Miguel de Tucumán natal. Y si bien ha sido premiado más de una vez como revelación del folclore, podría decirse que Juan Quintero hace rato dejó de ser novedad, tanto por su rol en Aca Seca Trío como junto a su mujer, la cantante Luna Monti. La pareja editó en 2013 el álbum Después de usted, que combina composiciones propias con originales versiones de canciones populares de autores tan reconocidos como Juan Falú, Juan Enrique “el Chango” Farías Gómez, Gustavo “Cuchi” Leguizamón y los hermanos Pepe y Gerardo Ábalos, entre otros.
“Arrancamos a hacer este disco en julio de 2012. Cuando cerró la idea, cuando se definió, tuvimos claro que iba a llevar mucho esfuerzo, no solo por el trabajo sino también por lo económico. Pero necesitábamos hacerlo, había un pulso interno que nos decía eso. Arrancamos con energía y por suerte fue recibido así, lo percibimos al tocarlo en vivo. Estamos muy agradecidos por esa recepción, hace sentir que la música corre y fluye naturalmente, es como abrir la puerta y que te llamen”, dice.

¿Desde el primer momento lo pensaron como un disco con versiones y homenajes a la historia del folclore argentino?
Sí, y hay mucho de homenaje, es cierto, aunque desde nuestra óptica, claro. En cierta forma también hay, para quienes saben reconocer y están familiarizados con el folclore, ciertos guiños que dejamos con respecto a alguna versión del pasado. Buscamos reconocer con alegría que uno está nutrido por un montón de gente que ha abierto nuevos horizontes, que nos ha habilitado otra manera de ver, de pensar el mundo, de sentir las cosas. Eso es maravilloso.

¿Se puede hablar de una fraternidad especial en el folclore, al haber tantas versiones, reconocimientos y encuentros entre músicos?
Sí, pero siento que no es tan solo por el lado del cariño que se da el querer grabar o compartir el escenario con colegas. En este disco, y pasa a menudo, veo que va más allá de la fraternidad, es algo maravilloso, y responde a una necesidad de experimentar, ¿por qué no? Existe y celebro la hermandad, la solidaridad que se da en la música popular, que habilita un montón de cosas, hace que el producto sea realmente genuino, porque se hace con ganas, pero a veces no hace falta encontarse para que se produzca una unión.

Hay puentes generacionales...
Así es. A veces no hay ningún otro tipo de relación más que la obra, que es la que genera esa unión. Me refiero a referentes como (Juan) Falú, (Rodolfo) “el Chacho” Müller, (Gustavo) “el Cuchi” Leguizamón y (Manuel) Castilla.

¿Qué evocás de San Miguel de Tucumán y el vínculo con la música durante tu infancia y adolescencia?
Viví en San Miguel hasta los 18 años, cuando fui a estudiar a La Plata. Mi vínculo con la música siempre ha sido muy cotidiano, muy natural. Mis padres integraban un coro, así diría que ese contexto me marcó desde antes de nacer. Por otro lado, tenía amigos muy ligados al ámbito de las peñas, las guitarreadas, reuniones y trasnochadas, en las que todo el mundo cantaba. Fue una escuela muy importante, si bien nadie me dio una clase ahí aprendí algunas cosas que yo considero importantes, como el respeto por lo que está expresando el otro. Eso quedó muy grabado en mí.

¿Y a los 15 arrancaste con la guitarra?
A los 14. Pero venía, como te digo, nutriéndome de música desde bebé. Mi mamá no podía dejarme con nadie y me llevaba a los ensayos. Nunca me costó animarme a largarme con el instrumento; sí cierto pudor porque en el entorno había gente que tocaba muy bien, un caso es Juan Falú, que era cercano a la familia. Los hermanos (Pepe y Gerardo) Núñez también. Hubiera sido fácil amedrentarse. Pero también el respeto a lo que cada uno tenía para decir ayudado, ellos habilitaban. ¿Quién va a tocar la guitarra estando Juan Falú presente? Pero justamente ellos propiciaban eso, que cada uno hiciera su ofrenda. Llegaba gente que tocaba con mucha menor destreza, componían menos que Pepe o Gerardo, pero todo se recibía con respeto y cariño. Por eso no me fue demasiado difícil, hablo de gente maravillosa.

Lo que menos querían era inhibir...
Por supuesto.

¿Cómo percibís cierta costumbre del folclore por hacer referencia al lugar de origen, como un elemento central de la identidad?
No sé si se da siempre. A mí no me gusta mucho el folclore paisajista, que hay mucho. Hay gente que habla de su lugar desde un lugar muy genuino, de corazón, y artístico, ahí yo me saco el sombrero, pero hay otras expresiones que a mí no me gustan tanto: hablan de Tucumán, de las variedades de comida, de los tipos de empanadas, cómo se hacen las empanas, es un perfil turístico-paisajístico, y yo con eso me aburro. Sí creo que tratamos de mostrar lo mejor de nosotros, es normal, tiene que ver con hablar de nuestro lugar al relacionarnos con los otros, con recomendar ciertas cosas, pero no tanto en la música, en las letras.

En tus distintos proyectos las letras parecen referir más a lo humano en general, a lo existencial.
Sí, pero de todas maneras no es algo que yo descarte del todo lo otro. Recuerdo esa hermosa zamba: “Un violín gemidor / Junto a un bombo legüero / Y un viejo arpero / Nostalgias me traen de ande soy...” (N.: Zamba de mi pago, de Los Hermanos Ábalos), que habla todo de Santiago, y a mí eso me emociona profundamente. Tal vez con una leve modificación de las palabras y siempre de acuerdo a la interpretación de cada persona se vuelve una cuestión puramente turística. Es un filo, una línea muy sutil. Y es una opinión mía, a mí no me gusta ese estilo.

Además ocurre a veces que uno no puede racionalizar y encontrar el por qué algo no le gusta, tal vez una voz, una entonación lo conmueve y en otro caso no.
Sí, totalmente.

¿Cómo es tu relación con la música, como oyente, cuando estás en tu casa?
Busco por lugares muy disímiles, o que uno toma como disímiles porque por ahí son folclores de otro lugar. Hay algo en el sentir de los folclores de los distintos países que los hace hermanos, pero por ahí suena totalmente diferente. Se usan compases rarísimos, las afinaciones son otras. Con esas escuchas lo que se busca es tratar de cambiar rotundamente la percepción de la música. Escucho mucha música afín a nosotros, los colegas dejan sus discos, hay recomendaciones, circula mucha música popular argentina. Y cada tanto, por recomendación o búsqueda, me voy hacia algún lugar muy lejano: música clásica o pop, para airear un poco la oreja.

De las propuestas nuevas y jóvenes, ¿qué te ha sorprendido más últimamente?
Te pondría nombrar a tres, si bien me quedo corto. Nahuel Pennisi es un gran intérprete e instrumentista, y compone muy bien; Agostina Elzegbe compone bellas canciones y toca muy bien la guitarra; Ignacio Vidal compone canciones tremendas, toca junto a la catamarqueña Nadia Larcher. Me gustó mucho descubrirlos.

Se ve, sobre todo en Aca Seca, un rescate de ritmos folclóricos y a la vez la intención de experimentar y de mezclar con otros géneros...
Yo trato de no definirlo con esas palabras. La experimentación sin dudas se da, pero yo no siento que mezcle, sino que incorporo. Por ejemplo: estuvimos compartiendo tiempo con amigos españoles, que hacen música tradicional española, pero son muy viajados, han estado por Senegal, la India, y muchos lugares. Uno de ellos es percusionista, y tocan una seguidilla española, y de repente le meten un toque que es netamente senegalés. La raíz quizás es la misma y uno no lo sabe, entonces es más incorporación que mezcla. No se trata de cajones que se colocan dentro de otros, sino que tal vez hay vivencias que se dejan pasar y que luego se toman. Podemos estar hablando de fusión pero una en la que ambas cosas dejan de tener su identidad anterior y pasan a ser algo nuevo, que también puede considerarse folclore.

¿Qué presentaciones en vivo hay previstas para 2014?

Hay un viaje planificado a Estados Unidos con Aca Seca, para tocar en Carolina del Norte a fines de mayo, y uno con Luna a Alemania, donde tocaremos en Frankfurt durante junio. Seguramente se concreten presentaciones en otros lugares de Europa. A su vez, es probable que haya unas pocas actuaciones con ella en la ciudad de Buenos Aires y algunas en distintas provincias argentinas, algo que tenemos pendiente.

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